Discurso 15 de setiembre
Discurso 15 de setiembre
Hoy celebramos con alegría e ilusión los 197 años de vida independiente, somos un país con más de 5 millones de habitantes, que crece y que tiene una gran herencia democrática, y que somos conocidos y queridos en todo el mundo, gracias al legado de muchos miles de costarricenses que lo han construido con trabajo arduo.
A pesar de ello, afrontamos una lucha social que nos invita a la reflexión y a ser parte de la solución. Somos un país que gasta más de lo que le ingresa y la lucha está entre: poner un poco más de dinero para financiar ese gasto -lo cual nadie quiere- o gastar menos, lo cual afectaría el sector público, desmejorando la calidad de vida de este sector.
Es preocupante saber que como sociedad estamos llamados a colaborar con esta crisis que nos afecta a todos, pero en una sociedad solidaria, aporta más el que más tiene, para salvaguardar las pocas posibilidades del que tiene menos, pero lo uno y lo otro afectará invariablemente la disponibilidad de bienes y servicios que consumimos todos.
Cada persona debería de hacerse esta pregunta. ¿Cómo puedo ser parte de la solución? La respuesta está en la educación financiera que debe de practicarse desde el hogar y se puede colaborar con nuestro país, entre otras cosas con 2 grupos de acciones:
1. Con acciones sencillas como solicitar factura timbrada al adquirir bienes y servicios, lo cual garantiza que quien vende o presta un servicio aporte al fisco, comprar lo necesario sin desperdicio, ahorrar y pagar los tributos que nos corresponden.
2. Lo segundo consiste en elegir representantes políticos honestos, que representen valores y principios como la búsqueda del bien común, la honestidad, la lealtad a la patria y que rinda cuentas a quienes le designaron temporalmente el poder para que les represente.
Estamos viviendo un progresivo deterioro social, donde se prefiere buscar el bien particular sin importar que se menoscabe el bien común, ejemplo de ello los actos de corrupción de nuestra clase política que tristemente escuchamos con más frecuencia, lo cual detona en desconfianza social, en desesperanza en la clase política y en la escasez que estamos viviendo y la violencia tristemente aparece y golpea la seguridad social.
Costarricenses, urge que personas honorables y probadas sean impulsadas para ocupar puestos de representación, y para ellos todos debemos ser parte de la solución sino, seguiremos siéndolo el problema.
No ayuda quejarnos del gobierno nacional y de los diputados si nosotros mismos los elegimos cada 4 años, porque ellos representan el efecto de nuestras decisiones. Si queremos un país donde cada colón se invierta con honestidad, transparencia y justicia, debemos de poner en puestos de decisión a personas con estos valores y está en nuestras manos cada elección cantonal y nacional.
No se trata de un partido político, sino de las personas que en ellos nos representan y solo involucrando a los mejores y más nobles ciudadanos, lograremos los resultados que todos esperamos de justicia, transparencia y honor, de gente que ame a su patria y que dignamente represente a sus vecinos.
Les recuerdo que la educación es la herramienta que permite a una sociedad desarrollar, producir más y mejor y generar riqueza y bienestar para sus habitantes, pero se trata de una educación cimentada en valores. La sociedad japonesa es el mejor ejemplo en estos temas:
En 1945 Japón estaba destruida, dos de sus principales ciudades: Hiroshima y Nagasaki estaban literalmente destruidas por las bombas atómicas detonada durante la segunda guerra mundial, es un país con muy escasas tierras fértiles, no tiene petróleo, minerales, ni ríos importantes, es decir no tenían casi cada más que a los japoneses.
A los 10 años de esa derrota sorprendía al mundo con su recuperación.
A los 20 años superaba a los países de su región, a sus competidores.
A los 30 años, por ahí de 1975 se colocó a la cabeza de los países asiáticos.
En 1990 la economía japonesa se convertía en la segunda potencia económica del mundo.
La explicación de su progreso la tiene la forma como se educa a los japoneses, los fuertes valores y principios con los que viven a diario y con ellos toman decisiones que les hacen ser personas con hábitos superiores.
Insto a los padres y representantes a acompañar a sus hijos en su proceso educativo, a pedirles resultados, porque la inversión del hogar y del país debe de rendir mejores frutos, pero esto se debe de acompañar con valores sólidos que se vivan a diario en los hogares y que se establezcan como parte integral de estas personas que servirán a la sociedad desde diferentes puestos, incluyendo la política. Si queremos un país mejor debemos ser mejores quienes lo formamos.
Deseo que Dios bendiga cada una de sus vidas y familias. ¡Que viva Costa Rica¡
Director CINDEA Florida